Se considera pseudoterapia a la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento científico ni evidencia que avale su eficacia y seguridad. Se han identificado y analizado 139 técnicas en el ámbito de las terapias, de las cuales solo una pequeña parte tiene influencia directa sobre la salud mental y el resto van fundamentalmente dirigidas al bienestar o confort del usuario.
La utilización de pseudoterapias puede afectar negativamente a la salud mental, perpetuando algunas dolencias, generando otras nuevas o, incluso aumentando el riesgo de agravamiento con consecuencias fatales.